Un día jueves, durante la atención médica en el Puesto, se produjo un desmoronamiento del techo de la Sala de espera, cayendo fragmentos de cieloraso y un bloque de ladrillo hueco sobre la cabeza de una paciente embarazada, lastimándola a ella y a otra paciente que sufrió excoriaciones en brazo y pierna.Una desgracia esperada, pero no deseada. El mal estado edilicio, y la humedad constante de techos y paredes hacía suponer que alguna vez podría suceder.
Por supuesto, luego de lo acontecido, el Hospital de Cabecera, dió orden de cerrar el Puesto de Salud, hasta sea reparado.


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